El español es un humano cuya existencia se basa en el rito.

Esta frase es mía XD. Esto se está demostrando hoy como ningún otro día. A pesar de la decepción democrática, política, económica, social, cultural y no sigo porque entonces, ¿qué hacemos aquí?, el español no puede dejar de votar. Aunque sea en blanco. Este lamentable comportamiento se traslada a cualquier otro ritual, al que se agarra como un clavo ardiendo porque piensa que si no, lo ha perdido todo. Es como el ritual de la iglesia o del bar (en ambos casos, acuden los parroquianos), pero ni uno ni otro. Aunque al final, el voto se ha realizado antes o después de cualquiera de los otros dos lugares (el bar o la iglesia). El español necesita el rito, porque si no, no es él mismo. Es como si no existiera, como si toda su capacidad de dejar huella en el mundo se basara en su capacidad de ejercer el ritual con otros muchos españoles que actúan exactamente igual que él. El borreguismo en estado puro.

Ya he dado aquí mi opinión al respecto demasiadas veces. He hablado de política demasiado en un blog dedicado a la espiritualidad, así que no lo voy a hacer más. El día de hoy es un punto de inflexión. A partir de ahora, ya nada va a ser igual y aquellos que no estén preparados van a ser los grandes damnificados. No habrá sido por oportunidades. Hoy ya, otra cosa no se puede hacer. Mañana, sólo los espíritus libres podrán continuar su camino bajo el amparo de si mismos y el Cosmos. Que nadie se confunda, no es un arrebato pesimista. Sólo es una forma de decir: «al menos algunos lo conseguiremos…»