Fukuyama predijo en los noventa que el fin de la historia estaba cerca porque los conflictos de clases prácticamente habían finalizado y por ende, los movimientos que activaban la historia desde sus orígenes. Esto es un resumen muy básico de la teoría (como es obvio, el tal Fukuyama era un tanto optimista sobre el desarrollo de los acontecimientos), pero sirve de punto de partida para lo que quiero explicar. Y estoy hablando de algo muy parecido, que no igual, aunque tampoco estaría tan seguro. El fin de la cultura. Sin embargo, por su clara tendencia al liberalismo democrático, se le pueden hacer muchas críticas basadas en el análisis superficial de su pensamiento (aunque no me meteré en ese fregado ahora, lo dejo para otro día).

La cultura es un enemigo del humano, esto no es una novedad. La cultura fue creada para el mantenimiento del sistema social, para mantener a los inferiores al servicio de los amos. Esto tampoco es ninguna novedad. Cada rasgo de la cultura de un grupo social define las armas de poder con que se controla a ese grupo social, desde las tradiciones, el arte, la ciencia o la religión, cada uno con sus componentes alienantes que generan una percepción de la realidad totalmente trastocada y desfigurada. Sólo el sujeto libre pensante tiene la capacidad de sobreponerse a esos condicionantes precisamente porque es un sujeto definido por el libre albedrío. Es cierto que toda cultura tiene una raíz indígena, pero esas raíces hace muchísimo tiempo que se perdieron. Es como si ahora pretendiéramos esgrimir los fueros en Castilla cuando no existen desde hace 200 años (aprox.).

Sin embargo, no es esto lo que esta acabando con la cultura. Generalmente la cultura absorbe al librepensador, asimilándolo en alguna de sus facetas, en la que este se siente más o menos cómodo (hasta que da el paso de librarse de esa comodidad, atacando directamente al sistema y convirtiéndose en un enemigo, por tanto). Aunque pueda sonar extraño, la cultura está siendo ataca por la misma elite de poder, porque determinados aspectos potenciales de la cultura de un grupo social impiden el debido desarrollo de sus planes, y el más importante de todos ellos es sin duda la capacidad de unir a las personas en unas ideas y perspectivas comunes. La religión, el patriotismo, el sentimiento de grupo y la política unen a las personas, y eso dificulta sus agendas, que requieren de dividir a la población para dejarnos indefensos uno a uno, y por tanto, más controlables y dependientes de esos mismos poderes. El individualismo, la guerra de sexos, la crisis política, por sólo mencionar algunos de ellos, son los artificios que están usando para lograr sus objetivos, amén de las armas biológicas (que están provocando infertilidad, defectos genéticos y enfermedades de diverso tipo que antes no existían o eran prácticamente inexistentes, la televisión y los medios en general, que nos van alienando hasta el punto de convertirnos en auténticos despojos.

Destruyen la cultura oficial para crear una nueva cultura oficial. A rey muerto (asesinado), rey puesto. A mi que destruyan la cultura no me parece mal, lo que me parece mal es que destruyan a los humanos en el proceso. Y no porque los mortales me importen más que otra cosa (que son la mayoría de los humanos) sino porque por empatía, entiendo el sufrimiento que estamos viviendo todos, unos más que otros. Reconozco que he sido afortunado en muchos aspectos de mi vida, sin ser rico ni formar parte de ninguna clase social superior. Soy pobre, como vosotros, pero supongo que mi entendimiento del mundo hace que sufra menos o de otra manera que el resto. La ignorancia no da la felicidad. Sea como sea, tened clara una cosa: incluso en el muy improbable caso de que hubiera una reacción que salvara los muebles de la cultura actual, ya nunca será como antes. Tomad vuestras propias posiciones para preparados para el Apocalipsis cultural que se nos avecina.