Tag Archive: esclavitud


¿La verdadera Matrix?

Interesante (fundamental diría yo) documental sobre la cría de perros de raza y el terrible trasfondo de la crianza que les está llevando a ser poco menos que seres deformes y horribles… Además del sufrimiento que les están ocasionando al ser la cría tan endogámica y provocando graves problemas de salud por una supuesta «belleza» que, si se hiciera con humanos sería penada por la ley. Tenemos que apoyar sin fisuras el fin de este tipo de prácticas para que estos hermosos animales no tengan que pasar por semejantes penurias, y menos por la mera cuestión estética que lamentablemente es tan importante para tantos y tantos humanos.

Denegación de servicio

Llevo un tiempo comentando con vosotros mis pensamientos sobre el mundo en que vivimos, como nos tienen atenazados y las posibles soluciones que yo veo. Pero el problema radica en que parece que, hagamos lo que hagamos, no hay salida, y cualquier cosa que se pueda intentar es inútil. Esa es la visión del pesimista nato, aquel que ha nacido y vivido permanentemente en el negativismo más absoluto. Pero uno que es optimista hasta muerto, veo oportunidades donde otros sólo ven crisis y mala suerte, y posibilidades donde otros sólo cierran los ojos por miedo a ver lo que tienen delante. Y creo que nosotros, los caminantes espirituales, tenemos la obligación de ser positivos y optimistas, y sacar agua de debajo de las piedras. Y de eso va este artículo.

Podemos dejar de se esclavos y convertirnos en espíritus libres

En informática tenemos un concepto curioso. Cuando un servidor sufre un ataque muy fuerte que no puede controlar, puede decidir en determinadas condiciones pasar a modo de denegación de servicio, es decir, no atenderá más peticiones hasta que un operador humano restituya las condiciones normales de equilibrio, para volver a funcionar como antes. A veces la vida tiene que imitar al arte, porque si no, tenemos una alta posibilidad de salir quemados. Y creo que ahora mismo, un concepto como el de denegación de servicio nos viene que ni pintados. He repetido hasta la saciedad aquello de que somos esclavos, sirvientes de los grandes señores del mundo. La cuestión es que de lo que no son conscientes muchos es que podemos entrar en modo de denegación de servicio. La mayoría cree que no, que tiene que seguir cumpliendo sus obligaciones a rajatabla so pena de algo muy gordo y muy chungo… Que nadie sabe concretar. Todos tenemos miedo a algo que ni siquiera sabemos lo que es. Y sí, somos mayoría. No pueden detenernos a todos, no pueden matarnos a todos, no pueden controlarnos a todos. Por eso nos tienen en una cárcel mental, porque no pueden tenernos atados físicamente a todos. Por eso nos atan con grilletes invisibles, condicionamientos mentales y psíquicos, que nos obligan, no a servirles, si no a creer que debemos servirles, y por extensión, a ejercer esa odiosa servidumbre. Y la cuestión es que cuando todo se hace insostenible, podemos pasar a denegar el servicio.

He explicado varias veces como hacerlo, pero no me cuesta repetirme: no servirles puede ser tan fácil como hacer lo contrario de lo que nos han enseñado. No comprar cosas innecesarias, reutilizar y reparar las cosas antes de tirarlas (y por favor, no reciclar…), amar compasivamente a todos los seres y por tanto, no ser intolerantes, ni prejuiciosos, respetando las diferencias y lo que al fin y al cabo es parte de nosotros mismos. Una cosa muy bonita que podéis empezar a hacer desde ya es no votar, como ese maldito día 20-N en que nos volverán a llamar como corderitos para que vendamos nuestra alma por un puñado de mentiras. Más adelante, ¿por qué no nos ponemos de acuerdo para no pagar multas o impuestos? Ellos rompieron el contrato social hace ya mucho tiempo, ¿por qué nosotros tenemos que seguir respetándolo? ¿Quién quiere dejar de ser esclavo?

Yo tampoco sé lo que es una ONG...

Este mensaje me llegó ayer como una promoción de Vodafone:

VF Publi: Las personas con síndrome de DOWN tienen futuro. Dales tu apoyo. Envía DOWN al XXXXX y el coste íntegro (1,2 euros) irá destinado a DOWN ESPAÑA.

Ya hice hace un tiempo una reflexión sobre como se nos influye para condicionarnos y programarnos mentalmente con la publicidad. Tanto en ese caso como en este, se plantea un dilema moral que inevitablemente, si eres un esclavo, se decantará porque escribas el mensaje y gastes el 1,2 euros. Recalcar «DOWN» en mayúsculas sirve para incidir en la culpa… ¿Qué culpa? No seamos hipócritas: todos, en nuestra etapa de dormidos, hemos mirado mal a las personas con deficiencias físicas o psíquicas. El mensaje publicitario viene a decirte: «Tú, capullo, el que miras mal a los ‘retrasados’, echa pelas en el bote y limpia tu mente y tu alma». Eso también lo hacen mucho con los niños de África y los sudamericanos, entre otras causas (como la de los perritos del otro post). Evidentemente, quieren que sientas pena de ellos, para que sueltes la gallina. Pero, ¡ay!, los despiertos no sentimos pena, sino compasión, que no es lo mismo. Aunque esto ya lo comentaré en otro momento. Las personas con discapacidades físicas o psíquicas no necesitan que les donen nada: sólo que se les trate como a iguales. Como lo que son.

Todo esto viene porque el mensaje es de apoyo a una ONG. Las Organizaciones No Gubernamentales son, en principio, entidades que teóricamente están fuera de los ámbitos de poder político y religioso y, al menos teóricamente, funcionan para aportar servicios que, teóricamente una vez más, no ofrece «el sistema». Como voy a explicar a lo largo del artículo, ni son «anti-sistema», ni «no gubernamentales» ni están para el bien común. Son, por definición, y como demostraré más adelante, una de las mayores mentiras de la sociedad de nuestro tiempo. Es el segundo mito que quiero desclasificar, tras el del reciclado.

Curiosamente, el concepto de ONG se inventó a mediados del siglo XIX en las colectas de mujeres pudientes para los niños de los obreros, para la construcción de orfanatos y esos tinglados que se hacían por penita (la mayoría de esas mujeres, simplemente, no tenían nada mejor que hacer)… Esas organizaciones «de caridad» eran ni más ni menos que nidos ideológicos de los Rockefeller en USA y los Rothschild en Inglaterra. Sus fundaciones, que animaron el feminismo en los primeros tiempos (de eso hablaremos en el próximo artículo), se dedicaban a financiar incansablemente a todo tipo de pequeñas asociaciones y organizaciones que tenían el objetivo básico de ayudar. Y eso es correcto. Pero como indicaré más tarde, infiltrar una organización de caridad y dirigir su funcionamiento e ideología es bastante sencillo cuando consigues introducir a la gente adecuada. Alguno se preguntará que tiene de malo que los ricos hagan obras de caridad o las financien. En la lógica de esclavo eso es genial, porque nos da a entender que no son tan malos como parecen (un efecto colateral francamente interesante), pero sirve para ocultarnos una verdad latente de la que no somos conscientes hasta que no sufrimos en primera persona las consecuencias: incremento de la esclavitud en forma de voluntariado (terrible concepto moderno) e incremento de la necesidad de esclavitud entre los teóricamente «ayudados» por estas organizaciones. Seguir leyendo